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El 11 de junio se detuvo la lluvia con truenos y relámpagos y empezó un día soleado. Ese día, aproximadamente 300 miembros de la Asociación de Jeonbuk Este se reunieron para ayudar a Kim Se-tae (69), el dueño de una finca de peras en Jangsu-gun, provincia de Jeolla Norte.

Ellos redujeron el volumen de las peras superficiales y las cubrieron con papel. El Sr. Kim pidió ayuda porque no tenía ayudantes. Agradeció a los miembros por haber venido a ayudarlos a pesar de que estaba muy lejos de la iglesia, y explicó cómo reducir el volumen de las peras superficiales y cubrirlas con papel.

Eran aproximadamente las 11 a.m. cuando terminó su explicación. Luego, empezaron a trabajar en 9.917 m². Al principio, los que nunca habían realizado esa clase de trabajo cometieron el error de cortar las hojas verdes, pero con el tiempo se acostumbraron al trabajo.

Después del almuerzo, terminaron el trabajo en la finca del Sr. Kim y se mudaron a un campo de 4.958 m² de su vecino llamado Hwang Dal-su (70). Les tomó menos de una hora terminar el trabajo que le hubiera tomado al Sr. Hwang aproximadamente diez días. El Sr. Hwang dijo alegremente: “Parece que cosecharé buenas peras este año gracias a su ayuda”.

El Pastor Park Jong-oh dijo: “Trabajando aquí, pudimos comprender el corazón de Dios que cuida de cada uno de sus hijos que son descritos como un árbol que lleva fruto”.

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Los miembros desearon que las peras pequeñas y verdes cubiertas con papel, crezcan grandes y deliciosas este otoño, para complacer a los agricultores. También mostraron su resolución, diciendo: “Ya que se llevan muchos buenos frutos cuando un agricultor los cuida diligentemente, nosotros llevaremos muchos buenos frutos cuidando las almas con el amor y el corazón de un agricultor”.