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Sembrando una esperanza en las zonas inundadas

  • Ayuda en los Desastres
  • País | Corea
  • Fecha | Julio 20, 2006
La Asociación de Gangnam Suroeste de Seúl realizó un servicio voluntario en Yangpyeong-dong, una zona damnificada por la inundación. Las puertas de los cielos están abiertas, y las zonas centrales están paralizadas. El agua bombea en toda Corea; el gobierno ha emitido una alerta.

La prensa reportó el tremendo caos, causado por las torrenciales lluvias que cayeron del 15 al 17 de julio. Particularmente el 16 de julio, a las 11 a.m., la inundación arrasó una orilla a lo largo del arroyo Anyang en Yangpyeong-dong, Seúl, que causó que aproximadamente 1.200 residentes huyeran a una escuela cercana. El agua se elevó como hasta la altura de la cintura de un hombre y se convirtió en una ciudad submarina.

ⓒ 2006 WATV
El 20 de julio, más de 150 miembros de la Asociación de Gangnam Suroeste de Seúl de la Iglesia de Dios, se comprometieron al trabajo de restauración de la zona inundada de Yangpyeong-dong. Se agruparon en nueve equipos y trabajaron para restaurar las fábricas y casas damnificadas.

Cuando los voluntarios ingresaron a la zona inundada, pudieron ver ropas mojadas, zapatos, bolsas, sábanas, etc, colgados en las cuerdas enlazadas desde un poste de telégrafo al otro. En las calles había electrodomésticos mojados destrozados, lo cual mostraba lo terrible que era la situación; y los álbumes fotográficos mojados hablaban en nombre de la amargura de los residentes.

“No sé qué decir. Estoy muy molesto. No hay nada que pueda hacer. Cinco minutos después que nos dijeran que huyéramos, el agua se elevó hasta mis tobillos. Bomba de agua puede ser la frase apropiada”, manifestó un residente. El presidente de una compañía de moldes agradeció a los voluntarios por lubricar los moldes, que ascendían a un valor de 2.000 o 3.000 dólares para que no se pudrieran. Liesel Salvador (23) que el mes pasado vino a Corea desde Filipinas, también agradeció a los miembros, diciendo que nunca había conocido personas que lo ayudaran voluntariamente.

ⓒ 2006 WATV
Los voluntarios retiraron el papel tapiz mojado de los sótanos llenos de olor a pescado en medio de la oscuridad debido a la falla de energía. También lavaron los platos sucios y secaron las fotografías mojadas una por una. Compartieron el dolor con su prójimo y los consolaron.

El trabajo voluntario que comenzó a las 10 a.m. terminó a las 4 p.m. El pastor Han Dae-seong dijo: “Quiero que se animen lo más antes posible, recordando que tienen vecinos que tratan de darles esperanza. También quiero compartir con ellos la esperanza en el cielo, donde no hay dolor, ni desastres como este”.